El sábado, 8 de octubre, tuvo lugar la Jornada Sijena Viva, organizada por la Orden de Malta, las Hermanas Sanjuanistas, los ayuntamientos de Villanueva de Sijena y Sena y nuestra Plataforma Sijena Sí.
El objetivo de la jornada, que atrajo a más de 300 personas de toda la zona a lo largo del día, fue remarcar en el mismo corazón del monasterio la importancia de que Sijena recupere la vida monástica.
Sijena es como un pájaro. Para que eche a volar necesita sus dos alas: la religiosa y la histórico-artística. Pero, sin la presencia de monjas en estos momentos, su situación necesitaba de un empujón popular de afecto y oración.
El día comenzó con una marcha en romería desde la ermita de Santiago en Sariñena hasta el Monasterio de Sijena (17 kilómetros del antiguo Camino de Santiago). Tras pasar por Sena, los peregrinos fueron recibidos en Sijena por las jóvenes gaiteras de Sena y los joteros del grupo “Aires Monegrinos” liderados por Javier Badules (ver sus jotas en el PDF abajo). Acabada la música popular, los participantes pudieron hacer visitas guiadas al monasterio con la ayuda de voluntarios de la Orden de Malta. Se recuperaron fuerzas con una gran paella compartida seguida de un concierto de música cristiana actual organizado por la Asociación EsperanzARTE en el que actuaron la Coral “Voces Amigas” de Sena, dirigida por Conchi Tierz, el grupo “Voces y Guitarras” de Zaragoza y el cantautor y sacerdote Javi Sánchez. A continuación, se proyectaron dos vídeos con testimonios de Sor Virginia Calatayud, Comisaria pontificia para el monasterio de Sijena, y de Ramón Álvarez de Toledo, Presidente de la Orden de Malta en España, que agradecieron a los participantes su apoyo y su oración. Seguidamente tuvo lugar una emotiva misa, presidida por D. Juan Miguel Ferrer, capellán de la Orden de Malta en España, en la que se ofrecieron más de 1200 firmas de petición al Papa Francisco por la vuelta de la vida monástica a Sijena. El día acabó con una chocolatada festiva en un jardín del monasterio que se prolongó con cantos populares espontáneos gracias a los músicos del grupo de Barbastro de Sijena Sí.
La elección de Sariñena para el arranque de la romería no fue casual. La ermita de Santiago y Sijena formaban parte del antiguo Camino de Santiago que venía desde Cataluña para unirse al camino aragonés. Esta etapa del Camino de Santiago reivindica la tradición de Sijena como lugar de hospitalidad, encuentro y espiritualidad, aspectos a potenciar en vísperas de su centenario como Monumento Nacional.
Desde aquí damos las gracias a los diversos voluntarios y voluntarias de nuestras organizaciones que, durante días, prepararon con esmero esta jornada. Y también a todos los que acudisteis a ella. ¡Es bonito «cocinar», pero más aún que vengan comensales y se acaben toda la comida! Por cierto: ¡un aplauso a Paellas Gigantes Aragonesas por la fabulosa paella que nos cocinaron! Y un recuerdo final a los cientos de amigos que nos hicisteis llegar vuestro pesar por no poder estar debido a otros compromisos previos. ¡Juntos avanzamos!
El pasado fin de semana, en la feria FEMOGA de Sariñena, hemos conseguido 1.023 firmas de personas que apoyan nuestra nueva campaña,SIJENA VIVA. He aquí el texto de nuestra petición:
Petición al Papa Francisco para que promueva el retorno de la vida monástica al Monasterio de Sijena
El Real Monasterio de Sijena, Monumento Nacional desde 1923, fue fundado en 1188. Durante ocho siglos fue un lugar de vida monástica de religiosas hospitalarias de la Orden de San Juan de Jerusalén. Últimamente fue ocupado por las Hermanas de Belén, que salieron de él en 2020, estando actualmente sin presencia monástica.
Durante muchos años ha sido objeto de expolio y destrucción, especialmente en los últimos dos siglos, y tememos que la ausencia de vida religiosa lo haga caer todavía más en el olvido y frustre tantos esfuerzos como se están haciendo en las últimas décadas para devolverlo a su primitivo esplendor espiritual y artístico.
Estando sus estancias en adecuadas condiciones para vivir, pedimos al Papa Francisco que facilite y promueva lo antes posible que una comunidad, compatible con la especial identidad de Sijena y con la necesidad de acogida de las personas que buscan su dimensión espiritual, vuelva a dar vida a este monasterio.
Por otro lado, junto con otras instituciones, estamos organizando laJORNADA SIJENA VIVAque tendrá lugar el próximo 8 de octubre de 2022. Allí se presentarán estas firmas y las que se consigan por internet para ser llevadas a Roma.
Con gran alegría celebramos el pasado 18 de diciembre la decisión del Juzgado de Barbastro de ordenar la ejecución provisional de la sentencia que condena al Obispado de Lérida y al Museo de Lérida a devolver las 111 piezas que pertenecen a las parroquias del obispado de Barbastro-Monzón. El juez Carlos Lobón ha aceptado así la petición realizada el 24 de noviembre por Barbastro-Monzón y el Gobierno de Aragón para que se ejecute la sentencia dictada hace un año.
Pero no podemos dormimos. Por un lado, EL 21 de diciembre, la Plataforma de entidades cívicas de Léridapidió una «acción contundente» para parar la ejecución provisional del Juzgado de Barbastro pues temen por la pervivencia del Museo de Lérida una vez se devuelvan las piezas a Barbastro. En un tono más sensato, pero ya totalmente prescrito y caduco, el Director del Museo de Lérida, Josep Giralt, pidió que las administraciones aragonesas y catalanas dejen la vía judicial y se pongan a dialogar. Hay que recordarle que estos son bienes eclesiásticos, no de ninguna administración pública, y las parroquias propietarias ni pueden ni deben renunciar a la propiedad de las mismas, ni el Obispo de Barbastro-Monzón puede hacer dejación de sus funciones de administrador superior de la diócesis procurando que estas parroquias recuperen lo que se les ha secuestrado. El tiempo del diálogo hace mucho tiempo que pasó, cuando el entonces obispo de Lérida, Monseñor Ramón Malla, allá por el año 1998, inició el litigio canónico y diseñó una enmarañada madeja junto con el Presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, para apropiarse de lo que no era suyo mediante la creación del Museo de Lérida y su consorcio civil-eclesiástico.
Por otro lado, el Círculo de Amigos del Museo de Lérida, ahora que lo ven todo perdido tras 23 años de triquiñuelas legales, acaban de enviar una Carta al Consorcio del Museo de Lérida donde, entre otras cosas, dicen querer acudir al Papa Francisco. En el encuentro de nuestra Plataforma Sijena Sí con el Obispo de Lérida, y en nuestra primera carta al obispo de Lérida, entregada en mano, además de la Carta Abierta de nuestro coordinador, ya advertíamos de la posible judicialización civil del proceso, que nadie deseaba. Allí recordábamos que el Obispado de Lérida pidió ayuda al Vaticano en 1998 para que certificase la propiedad de las 111 piezas a favor de Lérida. Las 26 sentencias vaticanas siguientes condenaron sin paliativos a Lérida a devolverlas a sus legítimos propietarios. ¿Van ahora a apelar de nuevo al Papa? ¿Saltándose además la intermediación del Arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Juan José Omella, porque consideran que «este mantiene un criterio bastante conocido y no escondido a favor de la tesis aragonesa«? ¿Cómo podría ser de otro modo si, como Cardenal, respeta a los tribunales eclesiásticos?
Nuestra Plataforma considera que es un escandaloso despropósito que el actual obispo de Lérida, Monseñor Salvador Giménez Valls –que nos dijo claramente hace dos años que si pudiera devolvería al día siguiente las piezas de Barbastro pero se lo impedía el estar en el Consorcio del Museo- haya participado en la apelación de la sentencia condenatoria del Juzgado de Barbastro. Podría haber pasado a la historia como quien obedeció a los tribunales de la Iglesia e hizo entrar en razón a su clero y a la feligresía leridana. Por nuestra parte, confiamos en que el Vaticano será consecuente con las propias sentencias que dictó y pedimos al Papa Francisco que obligue de paso al Sr. Obispo de Lérida a que obedezca la actual sentencia del juez civil y evite añadir más leña al fuego y más división entre comunidades hermanas. Reiteramos también nuestro total apoyo al Obispo de Barbastro-Monzón, Monseñor Ángel Pérez Pueyo, por su valentía para acabar de una vez por todas con este espinoso asunto que ensucia la credibilidad de la Iglesia y rompe la fraternidad.
Pero no está todo conseguido. Tal como anticipan los Amigos del Museo de Lérida, podrían intentarse presiones serias para que se llegara a una vía de «consenso» político tras tantos pleitos judiciales. Seguimos recordando con estupor cómo, tras haber ganado la propiedad de los bienes de Sijena, el Gobierno de Aragón intentó en 2016 consensuar una propiedad compartida con Cataluña. Es probable que el Obispado de Lérida y los políticos catalanes, como se desprende de las recientes críticas de Alberto Velasco, anterior director del Museo de Lérida, reactiven esta estrategia. Ante ello diremos claramente a los políticos aragoneses: ¡NI UN PASO ATRÁS! ¡Ni en este pleito ni en el de Sijena!
Finalmente, de igual forma que felicitamos al Gobierno de Aragón por sus gestiones para que se reinicien las visitas al Monasterio de Sijena, lamentamos laescasa inversión que se incluye en los presupuestos de este año, que no es acorde a la PNL aprobada recientemente por todos los grupos de las Cortes de Aragón declarando el 2023 como Año de Sijena, reivindicación de esta Plataforma desde su fundación. Pedimos que se incremente en la última tramitación del Presupuesto.
El Coordinador de nuestra Plataforma, Juan Yzuel, ha dirigido una «Carta abierta» al obispo de Lérida que reproducimos aquí íntegramente.
«Monseñor Salvador Giménez Valls
Obispo de Lérida
Querido Don Salvador:
El pasado 7 de julio, varios miembros de la Plataforma Sijena Sí nos sentamos con usted para presentarle el “Manifiesto de Roda de Isábena”, que había sido proclamado unas semanas antes al término de una caravana ciudadana. Un año antes ya le habíamos llevado en mano a usted una carta con nuestras reivindicaciones y en apoyo del Obispado de Barbastro-Monzón en los litigios por los bienes de las parroquias del Aragón oriental.
Quiero darle las gracias de corazón por haber aceptado tener esta reunión y habernos permitido manifestar nuestras peticiones en ese encuentro en el que participaron, entre otros, los alcaldes de Villanueva de Sijena, Roda de Isábena, Berbegal y Peralta de Alcofea, pueblos todos afectados por el Museo Diocesano y Comarcal de Lérida, además de varios voluntarios de nuestra Plataforma.
A través de esta carta abierta deseo volver a recordarle los pormenores de ese diálogo y enfatizar los puntos que considero más importantes. No lo hago esta vez solo como Coordinador de la Plataforma “Sijena Sí”, sino, ante todo, como hermano en Cristo y hablando con la libertad de los hijos de Dios.
Permítame recordar, dado que esta es una carta abierta, el meollo de la cuestión. En 1995, cuando Roma reorganizó el territorio de la diócesis de Lérida para hacerlo coincidir con los límites territoriales entre comunidades autónomas siguiendo las directrices del Concilio Vaticano II, la Diócesis de Barbastro-Monzón comenzó a reclamar que volviesen a Aragón las piezas que pertenecían a las parroquias aragonesas y que estaban en el Museo Diocesano de Lérida en calidad de depósito.
Durante diez años, la Diócesis de Lérida buscó la solución de este conflicto a través de los tribunales eclesiásticos que, uno tras otro, y así hasta en 26 ocasiones, fueron dando siempre la razón a la diócesis aragonesa. Las resoluciones y sentencias vaticanas de este rocambolesco asunto fueron zanjadas con una “Decreto Definitivo” de la Signatura Apostólica de 28 de abril de 2007.
A pesar de ello, y agotadas todas las instancias judiciales vaticanas, el obispo de Lérida, Monseñor Ramón Malla, siguió negándose a entregar los bienes. Para evitar esa devolución, pidió ayuda a las autoridades civiles catalanas y fue tejiendo un enmarañado Consorcio –el del “Museo Diocesano y Comarcal”– con la participación del Ayuntamiento de Lérida, el Consejo Comarcal del Segriá, la Diputación de Lérida y la Generalitat de Cataluña. Esta última, con el propósito de impedir el retorno de los bienes del Aragón Oriental, llegó incluso a catalogar como catalanas estas obras aragonesas. Amparados luego por ese engendro político-eclesiástico, los siguientes obispos de Lérida han seguido desobedecido de forma alarmante al espíritu y la letra de las sentencias vaticanas. De una forma que sorprende a propios y extraños, no han tenido inconveniente en firmar ante la Nunciatura cuantos acuerdos fueran necesarios reconociendo la propiedad de 111 piezas artísticas a favor de las parroquias aragonesas, sabedores de que nadie se los haría cumplir. El caso de nuestros bienes es el vivo retrato del desgobierno vaticano que hasta ahora ha imperado en la Iglesia y que el Papa Francisco quiere finiquitar para siempre.
Forzado por esta larga, triste y desleal actitud, el actual obispo de Barbastro-Monzón, Monseñor Ángel Pérez, tuvo que iniciar el pasado 13 de febrero una reclamación por la vía civil para forzar el cumplimiento de las sentencias eclesiásticas y que acabe de una vez por todas esta situación que escandaliza a miles de católicos al ver que la propia Iglesia no es capaz de resolver sus problemas internos.
Este pleito por la vía civil es absolutamente inédito en la historia de la Iglesia española, y posiblemente en el resto del mundo. San Pablo ya advierte que los asuntos de los cristianos sean juzgados por los propios cristianos y no por las autoridades civiles: “Y cuando tenéis pleitos de este género ¡tomáis como jueces a los que la Iglesia desestima! Para vuestra vergüenza lo digo. ¿No hay entre vosotros algún sabio que pueda juzgar entre los hermanos? Al contrario, un hermano pleitea con otro en los tribunales de los no creyentes” (1 Cor 6,4-7). El mismo Señor nos previene contra dar más importancia a la práctica religiosa que a la justicia, que puede acabar en los tribunales: “Si mientras llevas tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene queja de ti, deja la ofrenda delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y después vuelve a llevar tu ofrenda. Con quien tienes pleito busca rápidamente un acuerdo, mientras vas de camino con él. Si no, te entregará al juez, el juez al alguacil y te meterán en la cárcel. Te aseguro que no saldrás hasta haber pagado el último céntimo” (Mt 5,23-26).
Cuando la propia Iglesia es incapaz de hacer cumplir sus propias sentencias, es cuando se impone acudir a la tutela efectiva de los jueces y tribunales, pues, si no, se ampararía el abuso de derecho y el fraude a los propios tribunales eclesiásticos. Ciertamente, el Obispo de Barbastro-Monzón nunca pretendió acudir a la jurisdicción estatal española, pero, ante la constante desobediencia a la propia Iglesia de los distintos obispos de Lérida, no ha tenido más remedio que hacerlo. Y no solo por hacer justicia a sus parroquias, sino para devolver a la Iglesia su buen nombre y su prestigio.
La Secretaría de Estado del Vaticano ya solicitó formalmente al Obispado de Lérida en 2009 que retirase estos bienes aragoneses del museo diocesano. En nuestra reunión, nos dijo usted que era su deseo acabar con todo esto, pero reiteró que tenía las manos atadas, que no podía entrar en el Museo con una camioneta y llevarse sus piezas porque están ahora dentro de un Consorcio y cometería un delito. Pero hay varias fórmulas para hacerlo.
La primera es la que le sugerimos el año pasado: dé un paso al frente y corrija los errores de sus antecesores en el cargo. Obedezca al Papa y a sus tribunales, que es lo que un obispo fiel debe hacer. Dice usted que se lo impiden, pero eso tiene una fácil solución: sálgase del Consorcio del Museo Diocesano y Comarcal de Lérida. Nada le obliga a permanecer en él. Retire las piezas de Barbastro-Monzón y devuélvalas.
La segunda, si no es capaz de hacer la anterior, es ser leal a sus compromisos y no poner más palos en las ruedas de la Justicia. Y es aquí donde llegó al máximo nuestra indignación con su actitud, como le manifestamos. Si es verdad que usted no ha cambiado en absoluto su deseo de obedecer sin reservas la resolución del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y facilitar el cumplimiento de la sentencia, ¿cómo se entiende su último giro ante el pleito civil? Sorprendentemente, el pasado 10 de mayo se desdijo públicamente al afirmar que 88 de las piezas sí le pertenecían, basándose en argumentos ya desestimados por las más altas instancias judiciales eclesiásticas.
Ante nuestra pregunta por este giro, usted alegó, para justificarse, que se debe también a sus fieles diocesanos y a la defensa de los intereses legítimos de la Iglesia local. Pero ese, sabe usted que no es un argumento válido y encubre una desobediencia al Papa y a sus tribunales de justicia, que ya examinaron uno por uno los supuestos documentos de propiedad. ¿De veras puede usted anteponer su voluntad a lo ya dictaminado finalmente por la Iglesia?
Es verdad que algunos de sus diocesanos se amparan en una ley civil catalana, dictada expresamente para blindar los bienes eclesiásticos, para justificar el secuestro de estas piezas. Recapacite. Permítame recordarle, ante la supuesta defensa de los intereses de sus diocesanos, un artículo del abogado Jorge Español que desmonta el argumento catalán: “El Tribunal Supremo inglés, en el caso de los herederos del doctor Feldmann contra el Museo Británico, cuya preciosa colección de arte no puede ser disgregada sin permiso del Parlamento británico, ya dijo en Sentencia de 27/5/2005 que, si una pieza de la colección fuese objeto de una Sentencia que dijese que el título de compra del Museo Británico fuese ilegal, entonces, dicha pieza debía devolverse a su dueño, con el efecto de que, la misma, es como si nunca hubiese formado parte de la colección indivisible del Museo Británico. En igual sentido sentenció nuestro Tribunal Supremo español en Sentencia de 26/5/2015 al constatar que la colección del Museo de Lérida carece de efectos jurídicos para retener piezas que no son propiedad de dicho Museo” (Diario del Altoaragón, 26/6/2016).
Con dolor vimos que no fue usted capaz de explicar por qué ahora el Obispado de Lérida ya no reconoce que debe devolver 111 piezas, porque 88 de estas, según usted, son ahora suyas. ¿Qué ocurre Sr. Obispo, que, mientras la Iglesia le permitía desobedecer, no había problema alguno en reconocer la propiedad de esas 111 piezas, y ahora que el pleito ha pasado a la vía civil, que ordenará que esas piezas se devuelvan forzosamente, hay que desdecirse rápidamente y negar que 88 piezas no deben ser devueltas porque ahora las reclama para sí el Obispado de Lérida? No nos cabe sospechar otra razón, a pesar de su mezquindad.
Para quitarle importancia al asunto, nos dijo usted que este tema de los bienes era un pequeño problema comparado con otros que hay en el mundo, mucho más importantes y urgentes. ¿Desobedecer al Papa y a sus tribunales de justicia, dice usted que es un asunto menor? La cultura de la desobediencia en la Iglesia, que tanto está aflorando en estas últimas semanas, parece estar próxima a su fin gracias al Papa Francisco y, con ella, la presencia en las diócesis de obispos corruptos. Por favor, no sea uno de ellos. A tiempo está de evitarlo.
Aún así, no le falta razón. ¿Cómo comparar las reivindicaciones que hoy intentamos defender ante el hambre, la guerra, el genocidio, los derechos aplastados de los pobres del mundo, la situación de la mujer, los abusos de niños, la falta de libertad en tantos países…? Pero, al afirmar esto, mírenos a los ojos. Los que nos sentamos con usted el 7 de julio pasado y cientos de personas que apoyan nuestra plataforma somos gente que llevamos en la piel las heridas de haber luchado por muchas causas “importantes”. ¿Por qué cree entonces que nos hemos metido en este berenjenal tan prosaico y provinciano? Se lo voy a decir: porque la injusticia y la indignidad a la que son sometidos los pequeños de este mundo también está presente en este conflicto.
Como dijimos en nuestro último manifiesto, Sijena, Roda y el resto de monasterios, ermitas, iglesias, castillos o yacimientos expoliados son el símbolo de la desigualdad entre los débiles del medio rural y las grandes urbes que acumulan nuestras riquezas con la excusa de su conservación. Aquí nos queda el vacío, la soledad y la falta de recursos económicos para el desarrollo sostenible de un futuro para nuestros hijos. Recuperar Sijena, recuperar Roda, recuperar los bienes de las parroquias aragonesas, no es un mero acto simbólico, es un canto a la Vida y la Esperanza de cientos de pueblos al borde de la desaparición, sean estos aragoneses, castellanos, extremeños, andaluces o gallegos. No podemos olvidar el expolio que los museos de Barcelona han llevado a cabo durante más de un siglo con sus propios pueblos catalanes para llenar los templos de arte de la burguesía acomodada (véase el caso de las pinturas románica del Valle de Boí). También con ellos nos solidarizamos.
Nos pidió usted que no usáramos a la ligera el término “expolio”, dado que el Obispo Meseguer, que fue quien comenzó en el siglo XIX a proteger este patrimonio, lo hizo por obediencia al Papa León XIII que vio el peligro de que muchos pequeños párrocos que no apreciaban el valor del arte histórico lo malvendieran para remediar las necesidades urgentes de sus parroquias. No lo hemos usado aquí porque seguro que el obispo Meseguer obró de buena fe. Empero, los bienes de Aragón están solo en “depósito” en Lérida y la Santa Sede no le ha reconocido a su diócesis ningún título válido de propiedad. Le pido, de corazón, que no sea usted quien siga colaborando, como alguno de sus antecesores, a que esto se convierta en un verdadero expolio por acción o por omisión.
El próximo 10 de septiembre, en la audiencia previa al juicio, se pedirá que usted testifique como parte demandada, junto con otros obispos que le han precedido en el cargo, para clarificar esta propiedad. Ante este lamentable espectáculo mediático, escándalo para muchos católicos, ante tanta desobediencia hasta ahora consentida, ocasión de crítica para muchos que no lo son, decida de qué lado está. Ayude a la Iglesia a acabar con este enconado pleito. Ayude, siendo “cooperador de la Verdad” –como lo fue San José de Calasanz, el gran santo aragonés–, a que la cultura evangélica que está promoviendo el Papa Francisco en el seno de la Iglesia se haga realidad. Dedíquese luego a sus labores pastorales –lo que usted nos manifestó, justamente, que es su mayor preocupación– y a seguir construyendo una Iglesia del Señor llamada a ser pobre, profética, servidora, solidaria y libre.
Orando de corazón para que el Señor le ilumine, reciba un abrazo fraterno,
Somos un grupo de ciudadanos y ciudadanas pertenecientes a la Plataforma Sijena Sí, que se creó en la Comarca de Los Monegros para conseguir el retorno de los bienes expoliados al Monasterio de Sijena, panteón real aragonés declarado monumento nacional desde 1923, y para fomentar un plan integral que combine su patrimonio histórico y artístico con la vida espiritual que alberga. Somos una plataforma civil que está obteniendo un amplio apoyo de la mayoría de los partidos políticos, tanto aragoneses como nacionales, y de la sociedad aragonesa. Si desea conocer más sobre nuestras reivindicaciones y las personas, grupos e instituciones que componemos esta plataforma, puede visitar nuestra página web (www.sijenasi.com).
En el día de hoy, unos pocos, en representación de quienes nos respaldan, hemos venido a clamar justicia al Museo Diocesano y Comarcal de Lérida y a la catedral de Lérida al grito de “¡Sijena sí!”, para mostrar nuestro apoyo a las recientes medidas judiciales del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Huesca que obligan a la Generalitat de Cataluña y al Museo de Lérida a cumplir las sentencias y devolver antes del 31 de julio de 2017 las 44 piezas expoliadas del Monasterio de Sijena que todavía no han regresado a Aragón.
Queremos también hacernos eco hoy del litigio que enfrenta al obispado de Lérida con el de Barbastro-Monzón por los 113 bienes de las parroquias aragonesas que retiene el citado museo. Los tribunales de la Santa Sede han decretado en repetidas ocasiones que esos bienes sean devueltos a sus legítimas propietarias, las comunidades cristianas afectadas. ¿Cómo es posible que, precisamente el Obispado de Lérida, siga permaneciendo plácidamente en un museo civil donde se están secuestrando nuestros bienes en lugar de devolverlos a la misma Iglesia (las parroquias propietarias)? Con todo respeto, nos permitimos recordarle que el Obispado de Lérida puede retirarse cuando quiera de dicho Consorcio civil. ¿Por qué no lo hace? ¿Cómo es posible que no se sienta usted incómodo con todo esto y no lo haya manifestado ni se sepa que haya hecho nada para ponerle fin?
Al asumir el obispado de Lérida, recibió usted una herencia envenenada, no lo negaremos, pero ahora es usted el máximo responsable de la diócesis. Algunos obispos que le precedieron en el cargo han sido autores directos de este expolio o cómplices con su pasividad. Usted tiene la gravísima responsabilidad de decidir de qué lado está en esta historia, si con los expoliadores o con sus víctimas.
Tras dos años en el cargo, no ha hecho usted efectiva esa entrega de los 113 bienes a las parroquias aragonesas, por lo que nos permitimos constatar que esto provoca un enfrentamiento grave entre nuestras comunidades civiles hermanas de Aragón y Cataluña, donde algunos partidos de esta última aprovechan la situación para sus actuales intereses políticos. Sabemos que, en el fondo, la población de Lérida quiere que se devuelvan porque son gente honrada y honesta. ¿Es usted consciente de que es la Iglesia la que divide a aragoneses y catalanes con este asunto? ¿Acaso cree que los catalanes de bien no quieren que se devuelvan estas piezas a sus legítimos propietarios? No entendemos que siga usted sin obedecer las órdenes de la Santa Sede y que guarde silencio públicamente.
¿Conoce usted lo que la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, en varias Sentencias de misma fecha 26/5/2015 de su sección cuarta, ha dicho sobre la catalogación catalana como colección del fondo de arte diocesano del Obispado de Lérida en el Museo de Lérida? Afirma rotundamente que carece de efectos jurídicos para retener esas piezas en Cataluña, pues esa catalogación es meramente provisional y cede frente a la definitiva, que es la catalogación aragonesa, y por lo tanto es obvio que no puede servir para impedir que el propietario aragonés se lleve libremente sus bienes del museo. Debe ser usted consciente de que en el Derecho español, la responsabilidad es tanto por acción, como por omisión de una diligente conducta encaminada a devolver lo que no es de uno. Y qué decir respecto de lo dispuesto en el Código de Derecho Canónico, que es todavía más exigente en actuar de buena fe y devolver lo que es ajeno rápidamente y sin esperar a que se reclame.
Le pedimos noblemente, pero también le exigimos muy enérgicamente, que entregue esas piezas a sus propietarios. Evítenos tener que escalar el conflicto llenando Lérida con una manifestación para que nuestro clamor llegue hasta el último rincón de esta ciudad hermana, donde estamos convencidos de que la mayoría de su población nos apoyaría. Evítenos tener que organizar acciones ciudadanas simbólicas que den a conocer este escándalo buscando incluso la solidaridad internacional. Evítenos tener que fomentar que se acuda a tribunales civiles con el caso de los bienes de Barbastro-Monzón desoyendo así el consejo de la tradición cristiana (1ª Cor 6,4-7).
Dé un paso al frente. Lo tiene usted fácil: obedezca a sus superiores, retire todas las piezas de Sijena y de Barbastro-Monzón del Museo Diocesano de Lérida y devuélvalas. No son suyas, pertenecen a otros. La Secretaría de Estado del Vaticano ya solicitó formalmente al Obispado de Lérida en 2009 que retirase estos bienes aragoneses del museo diocesano. La petición fue dirigida a través de la Nunciatura Apostólica en España. Hágalo, aparte de esta vinculado a ello legalmente, también en nombre de la Justicia, la Fraternidad y la Paz, esos valores evangélicos y universales que en repetidas ocasiones prometió usted vivir y anunciar.
¡Sijena sí, por justicia y dignidad!
Un abrazo fraterno,
(Sigue la firma de todos los presentes en el acto de entrega de la carta: Ildefonso Salillas, Alcalde de Villanueva de Sijena; Francisco Villellas, Alcalde de Sariñena; Antonio Romero, Senador y Alcalde de Osso de Cinca; Jesús Sansó, Diputado de las Cortes de Aragón; Judith Budios, Presidenta de la Comarca de Los Monegros; Chusé Rozas, Consejero de la Comarca de Los Monegros; Salvador Ariste, Enrique Gros, José María Cabellud, Salvador Trallero, Jesús Cáncer, Pilar Laín, Joaquín Vallés, Pedro Martínez Calvo, Belén Ibarz, Beltrán Abad Torres, José Luis Ferrando, Enrique Veintemilla, Jorge Larroya, Patricia Puértolas, Marga Bretos; Fernando Herce y Juan Yzuel Sanz, coordinador de la Plataforma Sijena Sí ).
Copias de la carta fueron enviadas seguidamente a:
S.S. El Papa Francisco;
Mons. Renzo Fratini, Nuncio de la Santa Sede en España;
Mons. Juan José Omella, Cardenal Arzobispo de Barcelona;
Mons. Ángel Pérez Pueyo, Obispo de Barbastro-Monzón.
Una veintena de miembros de la Plataforma nos hemos manifestado en Lérida para reivindicar en su Museo la devolución de las 44 piezas que todavía retiene este y que deben ser retornadas a Aragón antes del 31 de julio por requerimiento judicial. Allí no nos han dejado desplegar la pancarta pues el director del museo lo ha impedido, no sin ciertos momentos de tensión, pero hemos cantado nuestro himno junto a la silla abacial de Sijena que custodia este centro.
Más tarde, hemos acudido a la casa del obispo de Lérida, donde hemos leído una carta en la que le pedimos que actúe para que se devuelvan las 44 piezas y, además, que devuelva las 113 de las parroquias aragonesas que también exhibe el Museo de Lérida, devolución a la que la diócesis fue condenada por diversas sentencias de la Santa Sede ya en 2009 y que, sorprendentemente, siguen sin cumplirse. He aquí el texto de la carta: 2017-07-15 Plataforma Sijena Sí al Obispo de Lérida.
La carta ha sido entregada en mano a una persona de la casa, que la ha recibido muy amablemente dado que el obispo no se encontraba hoy allí. Habíamos pedido el día anterior encontrarnos con él a través de la Secretaria del Obispado pero no pudo ser pues tenía ya otros actos en su agenda.
Por último, al acabar la acción, las copias de esta carta se han enviado por correo al Papa Francisco, el Nuncio de la Santa Sede, el Cardenal de Barcelona y el Obispo de Barbastro-Monzón.