Museo Diocesano de Lérida

Campaña por los bienes de las parroquias oscenses

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UN MILLAR DE PERSONA APOYAN LA NUEVA CAMPAÑA DE SIJENA SÍ PARA RECLAMAR LOS BIENES
DE BERBEGAL, PERALTA DE ALCOFEA Y EL TORMILLO

La feria FEMOGA de Sariñena, durante el pasado fin de semana, ha sido de nuevo el escenario en el que la Plataforma Sijena Sí ha lanzado una nueva campaña de firmas. Esta vez se trata de pedir al obispado de Huesca que reclame oficialmente los bienes de sus parroquias de Peralta de Alcofea, El Tormillo y Berbegal que se encuentran en Lérida sin título de propiedad.

El éxito de los procesos judiciales para recuperar los bienes de Sijena y del obispado de Barbastro-Monzón, que tras casi tres décadas de lucha han logrado el regreso de la mayor parte de su patrimonio, señala el camino para emprender nuevas reivindicaciones. Por ello la Plataforma pide al obispado de Huesca que reclame cuatro piezas que pertenecen a las parroquias de los tres pueblos oscenses: el frontal del altar mayor de El Salvador de Berbegal (románico del siglo XIII), una de las piezas más valiosas de toda la colección del Museo ilerdense; las tablas de San Pedro y San Pablo de la iglesia parroquial de Peralta de Alcofea (siglo XV), también en aquel museo; y la portada románica de la iglesia de El Tormillo (siglo XIII), que ahora adorna la entrada de la iglesia de San Martín en la capital del Segre.

Más de un millar de personas han firmado ya para apoyar que la diócesis oscense comience el proceso canónico y judicial necesario para reclamar a la diócesis de Lérida y al Museo Diocesano y Comarcal de aquella ciudad los bienes de estos tres pueblos, a la vez que para pedir a sus Ayuntamientos y al Gobierno de Aragón que apoyen estos nuevos procesos judiciales.

Sijena Sí ya organizó hace seis años una larga marcha por la recuperación de estos bienes, además de una entrevista con el Obispo de Lérida, Monseñor Salvador Giménez Valls, en la que los entonces alcaldes de estos pueblos le expusieron la situación. Desde entonces, sin embargo, nada se ha avanzado. Por ello, una vez completada la campaña en los pueblos afectados, las firmas serán llevadas al obispo de Huesca, Monseñor Julián Ruiz, antes de fin de año.

Eco en los medios:

Fake News en el Museo de Lérida

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Hoy hace cinco años de la recuperación de los bienes de Sijena que la Generalitat y sus museos compraron de forma fraudulenta. No debería ser una efeméride para celebrar, dado que su entrega fue aprovechada políticamente por los partidos independentistas para hacer que la gente se sintiera artificialmente agraviada. Sin embargo, el pasado 18 de noviembre se inauguró una exposición en el Museo de Lérida para conmemorar este aniversario y manifestar también los sentimientos de pesar por la devolución a Barbastro de las obras de las parroquias del Aragón orientalen 2021.

Lejos de cerrar heridas, esta exposición, donde exhiben sus obras 25 artistas locales, lleva por título “Expolio” y en ella se muestran obras con nombres tan provocativos como “San Martín secuestrado”, “Ruptura”, “Lérida ultrajada”, “La aberración”, “El complot”, “Expectación-Indignación”; “Virgen del expolio”, “Logo del Museo de Lleida llorando”…

El título de la exposición, sin embargo, es acertadísimo: el reconocimiento público del expolio; pero no el que lloran, sino el que obispado, instituciones y museos de Barcelona y Lérida cometieron en el Monasterio de Sijena y que alcanzó su mayor intensidad durante la guerra civil y posterior dictadura franquista. La llegada de la democracia, el autogobierno de Aragón y un sistema judicial independiente nos han permitido revertirlo a pesar de los responsables de esos museos catalanes, que todavía añoran la impunidad con que actuaban en el siglo pasado.

El 11 de diciembre de 2017 regresaron a Sijena las obras que la juez había ordenado devolver al monasterio monegrino en julio de aquel año, orden que desobedecieron los consejeros de Cultura de la Generalitat. Tras la confirmación de sentencia por parte de la Audiencia Provincial de Huesca, se ejecutó. Fue un acontecimiento muy mediático que culminó un cuarto de siglo de litigios. El Tribunal Supremo corroboró esta sentencia en mayo de 2021, zanjando para siempre la cuestión.

Llegar allí fue un calvario. El pleito pasó por una veintena de tribunales: los juzgados ordinarios de Reus, Rubí, Huesca, Zaragoza y Barcelona (en estas tres últimas ciudades en varios juzgados); las Audiencias provinciales de Tarragona y Huesca; los Tribunales Superiores de Justicia de Aragón y de Cataluña (este, varias veces); y todos los altos Tribunales (Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo y un tribunal que no se había estrenado en toda la democracia y ante el cual demandaron también a la parte aragonesa: el Alto Tribunal Jurisdiccional). En todos ellos perdieron. Sin embargo, las autoridades catalanas siguen poniendo el dedo en la llaga intentando hacer creer a la ciudadanía que sus museos han sufrido un “expolio”, evidenciando que ven el mundo al revés.

Es indignante que las mentiras desenmascaradas en tantos tribunales y convertidas ahora en auténticas fake news tengan espacio en un museo de titularidad eclesiástica y pública con el único objetivo de seguir fomentando el odio, el rencor y la división entre comunidades hermanas. Lo vienen haciendo desde hace décadas reescribiendo la historia según sus intereses políticos y elaborando falsos mitos que sus medios repiten sin cesar.

No deberíamos dedicar ni un segundo de nuestro tiempo a responder a este despropósito, pero da la casualidad de que las pinturas murales de la sala capitular de Sijena siguen esperando todavía la sentencia definitiva del Tribunal Supremo para salir del MNAC y volver a casa. ¿Lo harán en 2023, cuando se celebre el centenario de la declaración de Sijena como monumento nacional, aniversario que las Cortes de Aragón aprobaron gracias a nuestro tesón? Ojalá. De momento, hace dos semanas el TS admitió los recursos de la Generalitat contra la devolución de las pinturas (aunque la DGA va a presentar sus alegaciones contra esta decisión) y a los técnicos aragoneses se les prohibió la entrada en el MNAC.  Pero no todo es oscuridad: estas semanas, el Museo Británico se ha abierto a devolver los frisos del Partenón a su verdadero dueño, el pueblo griego, todo un gesto que nos llena de esperanza.  

Sijena puede llegar a ser la joya de la corona, pero solo lo conseguiremos con el trabajo constante y la testarudez aragonesa por defender lo nuestro, lo que nunca debería haber sufrido un verdadero (esta vez sí) expolio.

Ecos en los medios de comunicación:

Réplica de Sijena Sí a las declaraciones del Sr. Castiñeiras

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Manuel Castiñeiras, catedrático de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Barcelona, dio una conferencia en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón el pasado 14 de enero que se enmarcaba en el XI Ciclo de Arte Románico, titulada «Los jinetes del Apocalipsis: imágenes y resignificaciones románicas en el contexto del Milenio». Sin embargo, el jinete que vino a asolar los campos aragoneses fue el mismo conferenciante y, como plataforma ciudadana, creemos que, quien hace apología del expolio, merece una réplica.

En una entrevista publicada en el Diario del Altoaragón el 17 de enero, no deja títere con cabeza. He aquí nuestras respuestas a sus palabras textuales:

Al hablar de los bienes expuestos en Barbastro afirma: “Lo ideal, siempre, es no llegar a situaciones judiciales y buscar vías de diálogo para que el patrimonio pueda estar compartido y no se centralice en un lugar adecuado”. Nos preguntamos: tras 26 años de lucha por los bienes, con decenas de resoluciones vaticanas a favor de Barbastro y ninguna solución por parte de la Diócesis de Lérida, ¿qué otra vía cabía aparte de los tribunales civiles? Por otro lado, no estamos hablando de compartir o no, sino de definir claramente quién es el propietario de esos bienes. Y el lugar adecuado para exponer esos bienes es en la casa de sus legítimos dueños.

Amplía el foco: “En el caso concreto de las pinturas murales de Sijena, soy menos partidario del retorno. No porque tenga un interés especial en que estén en el MNAC, sino porque creo que la historia es mucho más complicada, en el sentido de que lo que queda de las pinturas es un 30% muy restaurado y adaptado a una sala en condiciones. El retorno a la sala capitular actual no sé si tiene mucho sentido porque el edificio no está aún en condiciones”. Pero Castiñeiras oculta que sí tiene un interés especial en que sigan en el MNAC. Para este museo trabajó como cargo político y testificó contra el retorno de las pinturas en el juicio que ganó Aragón. La historia no es complicada, la complica el Museo y sus defensores manipulando y tergiversando, algo que Aragón está acostumbrado a sufrir. Quede lo que quede de las pinturas, es claro que pertenecen a Sijena, y allí se colocarán en óptimas condiciones, como no puede ser de otra manera. En ello seguimos trabajando y, como Plataforma, empujando al Gobierno de Aragón a que se comprometa más con Sijena. La sala capitular, en sí misma, ya está preparada para recibirla.

Argumentando contra la devolución, deja caer: “Quizás, habría que buscar vías adecuadas para explicar el patrimonio de forma más cercana a lo que pide la sociedad”(…) “En la película El sueño de Sigena, por iniciativa de Juan Naya, existe un trabajo inmenso detrás sobre lo que fue el monasterio que permite, hoy en día, temas de realidad virtual y documentación. Sería muy interesante que se trabajase en este sentido y que todo no se focalizase en el objeto material”. En nuestra valoración de la película, ya dijimos que había sido un error usar al Sr. Castiñeiras de “experto”, dadas sus manos manchadas por el pleito contra los intereses de Sijena, de Monegros y de Aragón. La virtualización solo puede ser un recurso museístico para museos del mundo como el MNAC, o, en el caso de Sijena, para acompañar en su Sala Capitular a las pinturas auténticas de la que fue expoliada.

E insiste en los inconvenientes del transporte de las pinturas desde el MNAC hasta la sala capitular: “Es un material que se quemó, después se restauró y se sometió al proceso de reconstrucción. Aparte, está hecho con un tipo de arranques que son muy frágiles, necesitan temperatura muy estable y del cuidado de un equipo de restauradores”. De nuevo desprecia la capacidad de Aragón y de los pequeños lugares para albergar el patrimonio, en contra de la UNESCO. El Sr. Castiñeiras pretende ocultar que el MNAC, tras maltratar las pinturas durante años en almacenes inadecuados, trasladó estas piezas a exposiciones temporales en Nueva York y Londres. Además oculta que el ICOMOS, organismo oficial de la UNESCO que cataloga todas las candidaturas de patrimonio de la humanidad, en su declaración de pintura mural, obliga a devolver todas las pinturas murales arrancadas a su lugar de origen, en este caso, el Real Monasterio de Sijena. No podemos hacernos cómplices de un museo catalán que arrancó pinturas murales por todo el Pirineo, cuando ello ya se condenaba por todos los expertos mundiales a principios del siglo XX. Los grandes museos urbanos, según el Sr. Castiñeiras, parecen ser los únicos capaces de hacer esto, perpetuando los expolios al mundo rural. El MNAC podrá presumir de otras cosas, pero no de rigor científico ni de ética profesional, por cuanto en las cartelas de algunas piezas aragonesas figura, en el apartado correspondiente a la procedencia, el término «desconegut«, desconocido, lo que supone una clara e intencionada manipulación de la historia en línea con lo que nos tienen acostumbrados.

Y enfatiza el mensaje que parece haberle dictado la Generalitat: “El mundo del futuro es el virtual, de las redes, de la información. Creo que no tiene mucho sentido volver a colocar un trozo de pintura en una sala muy variada respecto a la original. Se debería compartir una entrada para ver las pinturas en el MNAC y después Sijena para ver la experiencia virtual en la sala capitular. Creo que daría más importancia que teniendo las pinturas en el estado actual”. Aquí se ven claras las intenciones del MNAC, que lleva meses remachando este tema de darnos una película y quedarse con las pinturas, algo que ya sugirieron nada más perder el pleito. Pinturas que minusvaloran cuando quieren, pero que no piensan soltar hasta que lo exijan los jueces.

Frente a esto, la Plataforma sigue invitando a toda la ciudadanía a apoyar sus campañas por la devolución de las pinturas de la sala capitular de Sijena firmando en nuestra campaña, firmas que la Plataforma llevará a Barcelona el 26 de marzo. La Plataforma, además, está organizando la II Jornada Soñar Sijena 2023 que tendrá lugar el 26 de febrero y a la que invita a todos. Sijena, sí; por justicia y dignidad.

Ecos en los Medios:

La realidad de un despropósito

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Domingo Buesa en la Jornada «Soñar Sijena 2023»

El Periódico de Aragón ha publicado hoy un artículo de Domingo Buesa Conde, ex Director General de Patrimonio y Cultura del Gobierno de Aragón y Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis. Es, además, miembro del Comité Científico de la Plataforma Sijena Sí. Lo reproducimos aquí en su integridad.


Concluyendo 2018 me encargaron el Dictamen sobre el lugar de origen de las obras de arte reclamadas a la diócesis de Lérida, para aportarlo al litigio de los bienes de la Franja (según ellos) y del Aragón oriental (según nosotros). Con ese exhaustivo documento intervine en el juzgado de Barbastro, contestando las preguntas de los letrados catalanes que intentaron invalidar mi intervención por haber sido el iniciador de la reclamación legal en mi condición de Director General de Patrimonio y Cultura del Gobierno de Aragón. Muy bien acompañado por el abogado de nuestro gobierno y por el de la diócesis barbastrense, estuve rebatiendo una serie de cuestiones, que atentaban contra el sentido común y que ignoraban la legislación canónica, hasta que consideraron que era mejor no preguntarme nada más.

Recordando ese momento recupero reflexiones que siguen de actualidad pues quedan objetos por devolvernos: las pinturas de la sala capitular sijenense apalancadas en Barcelona o el archivo de Roda de Isábena, conservado en la catedral de Lérida y sobre el que planea el más indigno y cobarde de los silencios. Por ello, me sigo preguntando como en aquella ocasión algunas cuestiones. ¿Cómo podía obligar el obispo a que le paguen con objetos de arte las reparaciones que tiene obligación de hacer en sus templos diocesanos? ¿Qué opinión debemos tener del obispo que sólo arregla los desperfectos de sus iglesias cuando le regalan algo?

Ciertamente, ante esta primera batería de preguntas la figura de estos prelados catalanes pasa de la condición de pastores a la condición de depredadores. Pero, no se quedaban allí. Esta realidad de obispos cambiando sus obligaciones por “regalos” de objetos preciosos, vuelve a llevarnos a nuevas preguntas: ¿Cómo puede ser el obispo el comprador de los mismos bienes que él tiene obligación de evitar que se vendan? ¿cómo se entiende un obispo anticuario que negocia con sus propios bienes?

Ante el asombro que produce esta actuación, nos queda la gran pregunta: ¿Cómo se atrevieron estos obispos a hacerlo sin contar con los permisos que estaban obligados a pedir? ¿Por qué no queda ni un solo expediente oficial que hable de estas cosas? Si el obispo Messeguer reconocía en una carta que para vender piezas “era necesaria la licencia de Roma”, estaba claro que lo conocía. Y si ellos lo sabían y no existen esos documentos, podemos pensar que eran conscientes de actuar contra derecho e incluso con absoluta falta de ética, frente a los curas que vivían abandonados en la miseria. Ante esta realidad sobra la lógica y hasta da pena que esos coros que defienden la propiedad de Lérida contribuyan a retratar a sus obispos como excelentes depredadores e incluso avezados bandoleros que vendieron sus afectos. Quizás, no estaría de más recordarles la elegancia y el respeto a la ley mantenidos por los obispos de Barbastro-Monzón que han tenido que luchar defendiendo sus diócesis contra este atropello que es un auténtico despropósito.

Al fin han vuelto los bienes a su casa, a nuestra tierra, y renace la esperanza gracias a la Justicia que ha sentenciado lo qué era de derecho. Sin embargo, deberemos seguir alerta porque ha habido curiosas posiciones en esta batalla, término que utilizo pues la consejera Ponsa dice cumplir con el mandato judicial “contra nuestra voluntad, con indignación y un profundo disgusto”. Palabras que son muy diplomáticas comparadas con las de Omnium Cultural Lleida que (periódico Segre del 9 de marzo) denuncia que “el Museo de Lleida ha sido victima de un episodio de expolio de su colección de arte diocesano. Un capítulo más de las reivindicaciones rapaces que desde el obispado de Barbastro hacen”. Mientras siguen defendiendo que el expolio lo hacemos nosotros porque ellos nunca lo han hecho, el Ministerio de Cultura lleva años cantando “Las mañanitas de San Juan” con una falta de rigor vejatoria para la España ignorada. ¿O quizás me equivoco y no tenemos los mismos derechos políticos? ¿Esta es la razón del largo proceso que sólo ha podido resolver la Justicia? A esta vocación cantarina del ministro, sea del partido que sea, se sumaron los obispos de Lérida aupados en el pavés de los políticos catalanes que hicieron su bandera de este blanqueo de obras de arte. Choca leer que el Círculo de Amigos del Museo de Lérida -que pudiera llamarse Círculo de Amigos de lo ajeno- denuncie “que la política catalana les ha abandonado”. Si esta es la opinión de la curia ilerdense según la prensa, hay otra pregunta ¿esas obras en litigio eran propiedad del gobierno catalán o de las diócesis?
Mientras surgen más preguntas absurdas sobre esta vieja historia, convertible en la novela titulada “Te arreglo el campanario si me das una cosita”, por supuesto preciosa, siguen escribiendo majaderías como “que las piezas no se nos devuelven, sino que Lérida nos las regala”. Lo dice “La Mañana” del 8 de marzo bajo el título “El arte que regalaremos”, lanzándonos una especie de maldición gitana que nos devorará reclamando piezas entre nosotros, incluso del obispo de Gerona al que invitan a pleitear contra nuestras diócesis.

Así que metan al bolsillo el diente de ajo, pónganse la cruz en el cuello, y hagan firme propósito de no callarse cuando alguien -más allá o más aquí de las fronteras- diga tonterías como estas. A veces pienso que les eximiría lo mucho que sufren sospechando que el bisonte de Altamira es originario de las montañas de Gerona. Asunto de mucha tensión porque llevarse la cueva es un problema de genios como Leonardo, que dicen retrató a la Gioconda en el río Llobregat a su paso bajo el puente de Castellvell. Como esto sólo puede sostenerse con mucho humor, llenaron de claveles rojos la puerta del museo para decirnos que esto no ha terminado aquí. Y seguimos a la espera del pícaro cuplé que elija el ministro del ramo, mientras la Iglesia de Barbastro y el Gobierno de Aragón deberán seguir trabajando a conciencia.

El Periódico de Aragón: La realidad de un despropósito (elperiodicodearagon.com)

¡Vuelven las 111 piezas del Aragón Oriental!

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Por fin hoy, tras más de 25 años de reclamaciones y pleitos, primero eclesiásticos y luego civil, ha llegado el último camión de Lérida con las piezas que quedaban por devolver. La llegada del camión, aplaudida por los vecinos de Barbastro y cantada por los miembros de nuestra Plataforma, ha marcado un nuevo hito histórico en la larga lucha de Aragón por recuperar su patrimonio emigrado o expoliado.

Nuestra Plataforma, que desde su inicio ha luchado también por los bienes de las parroquias del Aragón Oriental con dos visitas al Obispo de Lérida, una visita al Museo de Lérida y una concentración, la «Marcha a Berbegal» y la «Caravana a Roda de Isábena«, además de la presentación de Sijena Sí en Barbastro, donde quedó claro que caminaríamos todos juntos bajo la «marca» de Sijena, que abría el camino con su larga lucha y sus éxitos judiciales. Allí se lanzó la campaña de firmas en Change.org que, unidas a las recogidas físicamente en varios lugares, suman más de tres mil adhesiones.

Naturalmente, hay que esperar a las resoluciones judiciales tras las apelaciones catalanas a la Audiencia Provincial de Huesca y, luego, al Supremo. Pero nada nuevo saldrá de esta loca carrera a ninguna parte de nuestros vecinos porque, simplemente, ni la Verdad ni la Justicia están de su parte, solo las historias que se quieran contar para justificar lo injustificable. Nada de esto nos quita el sueño.

¡Barbastro Sí, por Justicia y Dignidad!

Medios y otros archivos:

Reivindicamos que se inicien nuevas reclamaciones

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Ayer se recibieron 42 nuevas piezas de las 111 obras de las parroquias aragonesas del Obispado de Barbastro-Monzón que debe devolver el Museo de Lérida.

Dadas las medidas sanitarias, solo un pequeño grupo de la Plataforma Sijena Sí se concentró a las puertas del Museo Diocesano de Barbastro para celebrar el regreso de estas obras de arte sacro a Aragón y dar a conocer el resto de sus reivindicaciones.

Esta significativa representación incluía varios ciudadanos de Barbastro junto con los alcaldes de Peralta de Alcofea, Berbegal y Roda de Isábena, además del Presidente de la Comarca del Somontano y los exalcaldes de Villanueva de Sijena y Peralta de Alcofea. Los alcaldes de Barbastro y Monzón, que debían estar recibiendo las obras, se solidarizaron también con los concentrados, al igual que el alcalde de Villanueva de Sijena.

La Plataforma quiso reiterar así su total apoyo al Obispo de Barbastro-Monzón, Monseñor Ángel Pérez Pueyo, por su valentía para acabar de una vez por todas con este espinoso asunto que se ha dilatado durante 25 años.

En paralelo, visto el éxito del Obispado de Barbastro-Monzón en sus reclamaciones por vía civil, tras más de veinte años de deambular por los tribunales vaticanos, la Plataforma cree que es el momento para la apertura de las reclamaciones judiciales pertinentes, por parte del Obispado de Huesca, para que los bienes de las parroquias de Berbegal (el frontal del altarmayor de El Salvador), El Tormillo (la portada románica) y Peralta de Alcofea (las tablas de San Pedro y San Pablo) también regresen de su exilio leridano. Apoyaremos al Obispado de Huesca en estas reivindicaciones con nuestra presencia y acción ciudadana como venimos haciéndolo desde nuestra Marcha a Berbegal de 2017.

Por otro lado, el regreso de los bienes de Barbastro-Monzón alienta la esperanza de que pronto regresen las pinturas murales de la sala capitular de Sijena, devolución cuya ejecución provisional se ha demandado en reiteradas ocasiones, dado que el Real Monasterio de Sijena ya está preparado para su instalación.

Finalmente, la Plataforma pide a la Directora de Patrimonio del Gobierno de Aragón que se inicien los pasos para llevar adelante la hoja de ruta aprobada recientemente por todos los grupos de las Cortes de Aragón declarando el 2023 como Año de Sijena, reivindicación de esta Plataforma desde su fundación.

La plataforma ruega a la ciudadanía que siga apoyando sus reivindicaciones con su firma en su página web, www.sijenasi.com

Ecos en los medios:

¡Gran victoria! El Supremo nos da la razón

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En 2017, tras dos décadas de lucha, los 97 bienes volvieron a Sijena . Pero la Generalitat y sus museos continuaron peleando hasta agotar todos los recursos legales recurriendo al Tribunal Supremo en casación. Este tribunal acaba de dar fin a esa loca carrera a ninguna parte confirmando la sentencia que declaró la nulidad de la venta de las obras del Monasterio Sijena a la Generalitat y al Museo Nacional de Arte de Cataluña.

La Generalitat y sus políticos, como hemos venido denunciando durante años, han intentado hacer, desde el principio, que este pleito tuviera tintes políticos, manipulando la verdad con sus enormes recursos y bien financiados medios de comunicación, divulgando mitos hasta lograr que una gran parte de la ciudadanía catalana esté convencida de que esto es un robo a plena luz del día por parte de la justicia «española». ¡Nada más lejos de la realidad! La Justicia, con mayúsculas, la que protege y ampara a todos y todas, es quien ha actuado en los tres tribunales que han estudiado el caso y siempre han dado la razón a Sijena.

El presidente de la Diputación de Lérida, Joan Talarn, acaba de alarmar a la población con su afirmación de que «ningún museo legítimamente establecido podrá estar tranquilo», algo que están apoyando otras entidades pidiendo “que los museos no se toquen”. Lo cierto es que si un museo se siente aludido es porque tiene piezas ilegítimamente adquiridas o secuestradas. Descansen aquellos museos que nada temen, pero
empiecen a preparar cajas los que se obcecan en robar y expoliar, en hacerse con lo ajeno, en falsear documentos o en engañar a la población. La verdad siempre sale a la luz. Aunque tarde 25 años.

La función de los museos ha cambiado. Un verdadero museo se avergüenza hoy si expone una pieza que haya sufrido un procedimiento de adquisición sospechoso. El Código deontológico del ICOM dice que un museo debe preocuparse por adquirir piezas de forma legal y aconseja que no se expongan aquellas que están en litigio. Muchos museos de Europa y América, por ejemplo, han devuelto piezas expoliadas por los nazis y el museo no ha salido perjudicado sino, más bien, ha acrecentado su imagen y prestigio al poner fin a una injusticia de forma moral y elegante.

Siempre hemos defendido que Aragón y Cataluña son dos comunidades hermanas y que hemos de colaborar para que el rico patrimonio común de la Corona de Aragón sea disfrutado y compartido por todos. Es hora de que vuelvan las pinturas expoliadas a casa. Es hora de acabar con el vergonzoso pleito de los 111 bienes
de las parroquias aragonesas. Luego, hablemos y pongámonos a diseñar cómo crear una red de museos y monasterios hermanos. Pero cada uno con sus cosas y las propiedades bien claras.

Sijena se va a convertir en el símbolo de lucha de un pequeño pueblo y su gente contra el expolio y en el banderín de enganche y símbolo de esperanza de tantas causas que languidecen en los tribunales o en las nostalgias de los pequeños frente a los poderosos. ¡Sijena sí, por justicia y dignidad!

En los medios:

Sentencia del Tribunal Supremo:

Ni un paso atrás

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Con gran alegría celebramos el pasado 18 de diciembre la decisión del Juzgado de Barbastro de ordenar la ejecución provisional de la sentencia que condena al Obispado de Lérida y al Museo de Lérida a devolver las 111 piezas que pertenecen a las parroquias del obispado de Barbastro-Monzón. El juez Carlos Lobón ha aceptado así  la petición realizada el 24 de noviembre por Barbastro-Monzón y el Gobierno de Aragón para que se ejecute la sentencia dictada hace un año.

Pero no podemos dormimos. Por un lado, EL 21 de diciembre, la Plataforma de entidades cívicas de Lérida pidió una «acción contundente» para parar la ejecución provisional del Juzgado de Barbastro pues temen por la pervivencia del Museo de Lérida una vez se devuelvan las piezas a Barbastro. En un tono más sensato, pero ya totalmente prescrito y caduco, el Director del Museo de Lérida, Josep Giralt, pidió que las administraciones aragonesas y catalanas dejen la vía judicial y se pongan a dialogar. Hay que recordarle que estos son bienes eclesiásticos, no de ninguna administración pública, y las parroquias propietarias ni pueden ni deben renunciar a la propiedad de las mismas, ni el Obispo de Barbastro-Monzón puede hacer dejación de sus funciones de administrador superior de la diócesis procurando que estas parroquias recuperen lo que se les ha secuestrado. El tiempo del diálogo hace mucho tiempo que pasó, cuando el entonces obispo de Lérida, Monseñor Ramón Malla, allá por el año 1998, inició el litigio canónico y diseñó una enmarañada madeja junto con el Presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, para apropiarse de lo que no era suyo mediante la creación del Museo de Lérida y su consorcio civil-eclesiástico.

Por otro lado, el Círculo de Amigos del Museo de Lérida, ahora que lo ven todo perdido tras 23 años de triquiñuelas legales, acaban de enviar una Carta al Consorcio del Museo de Lérida donde, entre otras cosas, dicen querer acudir al Papa Francisco. En el encuentro de nuestra Plataforma Sijena Sí con el Obispo de Lérida, y en nuestra primera carta al obispo de Lérida, entregada en mano, además de la Carta Abierta de nuestro coordinador, ya advertíamos de la posible judicialización civil del proceso, que nadie deseaba. Allí recordábamos que el Obispado de Lérida pidió ayuda al Vaticano en 1998 para que certificase la propiedad de las 111 piezas a favor de Lérida. Las 26 sentencias vaticanas siguientes condenaron sin paliativos a Lérida a devolverlas a sus legítimos propietarios. ¿Van ahora a apelar de nuevo al Papa? ¿Saltándose además la intermediación del Arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Juan José Omella, porque consideran que «este mantiene un criterio bastante conocido y no escondido a favor de la tesis aragonesa«? ¿Cómo podría ser de otro modo si, como Cardenal, respeta a los tribunales eclesiásticos?

Nuestra Plataforma considera que es un escandaloso despropósito que el actual obispo de Lérida, Monseñor Salvador Giménez Valls –que nos dijo claramente hace dos años que si pudiera devolvería al día siguiente las piezas de Barbastro pero se lo impedía el estar en el Consorcio del Museo- haya participado en la apelación de la sentencia condenatoria del Juzgado de Barbastro. Podría haber pasado a la historia como quien obedeció a los tribunales de la Iglesia e hizo entrar en razón a su clero y a la feligresía leridana. Por nuestra parte, confiamos en que el Vaticano será consecuente con las propias sentencias que dictó y pedimos al Papa Francisco que obligue de paso al Sr. Obispo de Lérida a que obedezca la actual sentencia del juez civil y evite añadir más leña al fuego y más división entre comunidades hermanas. Reiteramos también nuestro total apoyo al Obispo de Barbastro-Monzón, Monseñor Ángel Pérez Pueyo, por su valentía para acabar de una vez por todas con este espinoso asunto que ensucia la credibilidad de la Iglesia y rompe la fraternidad.

Pero no está todo conseguido. Tal como anticipan los Amigos del Museo de Lérida, podrían intentarse presiones serias para que se llegara a una vía de «consenso» político tras tantos pleitos judiciales. Seguimos recordando con estupor cómo, tras haber ganado la propiedad de los bienes de Sijena, el Gobierno de Aragón intentó en 2016 consensuar una propiedad compartida con Cataluña. Es probable que el Obispado de Lérida y los políticos catalanes, como se desprende de las recientes críticas de Alberto Velasco, anterior director del Museo de Lérida, reactiven esta estrategia. Ante ello diremos claramente a los políticos aragoneses: ¡NI UN PASO ATRÁS! ¡Ni en este pleito ni en el de Sijena!

Finalmente, de igual forma que felicitamos al Gobierno de Aragón por sus gestiones para que se reinicien las visitas al Monasterio de Sijena, lamentamos la escasa inversión que se incluye en los presupuestos de este año, que no es acorde a la PNL aprobada recientemente por todos los grupos de las Cortes de Aragón declarando el 2023 como Año de Sijena, reivindicación de esta Plataforma desde su fundación. Pedimos que se incremente en la última tramitación del Presupuesto.

Medios:

Urgimos a la Audiencia a resolver el recurso de las pinturas de Sijena

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Varios componentes de la Plataforma Sijena Sí han hecho hoy entrega por registro en la Audiencia Provincial de Huesca de una carta dirigida a su presidente para impulsar la acción de la justicia en uno de los múltiples contenciosos que siguen abiertos para tratar de recuperar los bienes del monasterio que fueron expoliados en reiteradas ocasiones.

El 4 de julio de 2016 el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Huesca dictó sentencia para que el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) devolviera las pinturas a su lugar de origen, sentencia que fue recurrida por esta entidad y por la Generalitat catalana.

Tres años y medio después de la sentencia favorable, la Audiencia Provincial no ha resuelto el recurso de apelación y eso solo genera problemas a ambas partes y falsas expectativas a los que se creen, sin serlo, sus propietarios.

Por ello hemos entregado hoy una carta con el siguiente texto:

Ilmo. Sr: La Plataforma “Sijena Sí” lucha en todos los ámbitos que le es posible por el justo regreso del patrimonio cultural aragonés emigrado y, fundamentalmente, por la reintegración del tesoro artístico del Real Monasterio de Sijena y de los 111 bienes artísticos de las parroquias aragonesas que pasaron del Obispado de Lérida al nuevo Obispado de Barbastro-Monzón.

Uno de los asuntos que vemos con preocupación es la larguísima espera de los recursos de apelación que llegan a esta Audiencia Provincial de Huesca, donde, en el caso de las pinturas murales del Monasterio de Sijena, hace más de tres años que están pendientes de resolverse los recursos interpuestos contra la Sentencia de 4 de julio de 2016 dictada por el Juzgado nº 2 de Huesca, sentencia que no se podrá ejecutar hasta que no haya sentencia firme.

Estamos seguros que V.I. habrá hecho cuantas gestiones haya podido para remediar esta alarmante situación que exige, sin duda, que se cree ya una segunda sección en esa Audiencia Provincial de Huesca, pero, nos gustaría que V.I. remitiese copia de esta misiva, como así lo pedimos, al Ministerio de Justicia, al Gobierno de Aragón y al Consejo General del Poder Judicial para reclamarles presten atención sobre este urgente asunto que nos desborda.

Aquí está empeñada la causa de Aragón y de España, siendo uno de los episodios judiciales más importantes del mundo en materia de recuperación del patrimonio cultural, por lo que, todas las instituciones tienen que estar a la altura y dar la talla para que estos casos se resuelven en un tiempo razonable.

Esperando dé traslado de esta carta a dichas instituciones y vuelva a requerir la atención de las mismas para resolver este problema, le saluda muy atenta y cordialmente en Huesca, a 3 de enero de 2020, el Presidente de esta Plataforma.

Seguidamente, la Plataforma ha ofrecido una rueda de prensa a sus puertas ante multitud de medios para explicar el contenido de la carta y manifestar su postura ante otros temas relacionales con el arte aragonés expoliado o emigrado. En especial han puesto el énfasis en estos temas:

  • Su petición de apoyo a la ciudadanía para que el 2023 se celebre el Centenario de la declaración del Monasterio de Sijena como monumento nacional, a la que se pueden sumar en la página sijenasi.com
  • Su próxima comparecencia ante las Cortes de Aragón para pedir a esta cámara que declare el 2023 como año de Sijena, se cree un patronato para su celebración, se termine de elaborar un Plan Director y se restaure el monasterio íntegramente.
  • Su preocupación por el anuncio de las Hermanas de Belén de dejar el monasterio de Sijena y su petición de que las diversas partes interesadas se pongan de acuerdo para facilitar la llegada de otra comunidad monástica que mantenga vivo el monasterio y garantice su dimensión espiritual junto a la histórico-artística.
  • Su indignación ante la reciente Propuesta de ERC sobre el Museo de Lérida en Parlamento Catalán, que no hace sino revolver viejos pleitos ya juzgados y confundir a la ciudadanía sospechando procesos políticos donde solo hay causas civiles por la propiedad de bienes sobradamente demostrada en los tribunales eclesiásticos y civiles.
  • Su apoyo al pleito de la Diócesis de Barbastro-Monzón y su deseo de que se ejecute la sentencia favorable cuanto antes.
  • Su próxima visita al Obispo de Huesca para pedirle que abra un proceso judicial similar al de la diócesis de Barbastro-Monzón para reclamar los bienes expoliados de las parroquias de Peralta de Alcofea, El Tormillo y Berbegal que se encuentran en Lérida.

 

Eco en los medios de comunicación:

 

Barbastro gana el pleito judicial por las piezas en Lérida

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el-obispo-de-barbastro-monzon-angel-perez-felicita-a-los-abogados-de-la-causa-joaquin-guerrero-por-parte-del-obispado-y-alberto-gimenoEn este día tan significativo para nuestra Plataforma, en el que hemos celebrado el segundo aniversario del retorno de los bienes de Sijena desde el Museo de Lérida, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha dado a conocer este miércoles que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Barbastro ha ordenado la «inmediata devolución» de los 111 bienes de las parroquias de la diócesis de Barbastro Monzón. Contra la sentencia dictada cabe recurso de apelación, en el plazo de 20 días, ante la Audiencia Provincial de Huesca aunque El abogado del obispado ya anunció en su día que si el fallo era favorable pediría la ejecución provisional.

La sentencia dictada por el juez, según ha adelantado el TSJA, estima íntegramente la demanda presentada por el obispado de Barbastro-Monzón, en representación de las cuarenta y tres parroquias de la zona oriental, y desestima en su totalidad las demandas presentadas por el Obispado de Lérida y por el Consorcio del Museo de la localidad leridana de las que absuelve al obispado oscense. El juicio se celebró el pasado mayo.

En su sentencia el juzgador afirma “que los bienes reseñados (en el hecho primero de la demanda principal) son propiedad de cada una de las parroquias de las que proceden y que deben ser devueltos de forma inmediata, a cada una de ellas, por mediación del Obispado de Barbastro-Monzón en su sede social”.

Tras la presentación de la demanda, el Obispado de Lérida ya reconoció que 28 obras eran propiedad del Obispado de Barbastro-Monzón pero mantuvo que las restantes eran de su propiedad ya que habían sido adquiridas mediante usucapión. Igualmente, el Consorcio del Museo de Lérida reconoció la propiedad del Obispado de Barbastro-Monzón sobre 28 de las 111 piezas pero no sobre las 83 restantes y en su escrito solicitaba además que, de estimarse la demanda presentada por el obispado oscense, éste se hiciera cargo de los gastos de conservación de los bienes.

Sobre la cuestión medular del litigio (dirimir de quién es la propiedad de los bienes) recuerda el juez que existe un acuerdo firmado el día 30 de junio de 2008 entre ambos obispados, en el que el Obispado de Lérida reconoce que los bienes pertenecen a las parroquias transferidas a la Diócesis de Barbastro -Monzón, acuerdo en el que no solo se manifestaba que se acataban las resoluciones eclesiásticas sino que también se reconocía que las obras pertenecían en propiedad al obispado demandante.

Las resoluciones eclesiásticas mencionadas en el citado acuerdo de 30 de junio son el Decreto de la Congregación para los Obispos de 8 de septiembre de 2005, después confirmado de forma definitiva por el Decreto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica de 28 de abril de 2007, que resolvió que estas obras pertenecían a las parroquias segregadas (las de Barbastro -Monzón) y que debían devolverse dado que se encontraban en el Museo de Lérida a título de depósito.

El juez centra la cuestión al expresar que: “La relevancia de este acuerdo firmado por ambas partes constituye una declaración en la que, por parte de la demandada, se reconocía inequívocamente la propiedad de las parroquias de la parte aragonesa, y en el que literalmente se indicaba que “ambos Obispados reconocen que la propiedad de los referidos bienes eclesiásticos corresponde a las parroquias transferidas a la Diócesis de Barbastro-Monzón (…)”.

También considera actos propios de reconocimiento de propiedad la posición mantenida por el Obispado de Lérida en el acto de conciliación de fecha 31 de octubre de 2017, en el que su letrado manifestó que “reconocemos el conjunto de sentencias que ha habido tanto de los Tribunales del estado como de las autoridades eclesiásticas…) o la solicitud dirigida a la Consejería de Cultura de la Generalitat para solicitar autorización para disponer de las piezas que se encontraban en posesión del Museo de Lérida”.

Para el juzgador todas ellas son manifestaciones “suficientes e inequívocas para considerar cumplidamente acreditada la propiedad de las parroquias segregadas” y por lo tanto estimar la demanda.

En otro sentido, aunque la parte demandada niega que los bienes tengan consideración de “bienes preciosos” para el juez no cabe ninguna duda ya que el Código de Derecho Canónico considera como tales todos aquellos que tienen un valor notable por razón del arte, de la historia o de la materia. Abundando en esta cuestión argumenta también que la normativa canónica dictada desde 1893 hasta el Código de Derecho Canónico actual recoge la prohibición de enajenar tanto de bienes inmuebles como de bienes preciosos sin la autorización de la Santa Sede y, en concreto, a partir del año 1923 se exige además la autorización del Ministerio de Justicia.

Sobre este punto alude también el juez a que el Decreto del Supremo Tribunal de la Signatura apostólica de 28 de abril de 2007, afirma que la enajenación sin licencia de bienes preciosos no distingue entre personas jurídicas eclesiásticas y entre estas y terceros ajenos a la Iglesia, por lo que entiende que “toda enajenación como las que son objeto de estudio de este pleito, caso de haberse realizado, deberían haberse hecho con la correspondiente licencia”. Y termina su razonamiento afirmando que “la única conclusión que puede alcanzarse de toda la prueba practicada es que las obras reclamadas se encuentran a título de depósito” y reitera que “la parte demandada en este procedimiento -el Obispado de Lérida y el Consorcio del Museo de Lérida- no ha aportado títulos concretos de compraventa, permuta o donación en virtud de los cuales dice que se habría adquirido la propiedad de las obras y tampoco el contexto en el que las diferentes obras se incorporaron al Museo Diocesano, por lo que no cabe llegar a la conclusión de que los bienes se recibieron en virtud de títulos traslativos de la propiedad”, ni que se haya realizado ningún negocio de compraventa con las parroquias aragonesas.

Más adelante, sobre los actos de restauración y conservación de las piezas realizados por el museo leridano, reitera una vez más el juzgador que el Obispado de Lérida no recibió la posesión de los bienes en concepto de dueño si no que los recibió en concepto de depósito, con la finalidad de guardarlos, conservarlos e incluso restaurarlos, y no mediante la realización de negocios jurídicos traslativos de la propiedad.

Vuelve a argumentar que el traslado de los 111 bienes obedeció a diversos factores como eran la creación del Museo por el obispo Meseguer, la intención de que los seminaristas pudieran conocer y estudiar los objetos artísticos de la Iglesia y el evidente riesgo de pérdida de los bienes dada la precaria y acuciante situación económica de las parroquias. Por ello, afirma en su sentencia que “el obispo Meseguer fue paulatinamente incorporándolas (las obras) al Museo, pero sin intención de adquirir su propiedad, sino simplemente de acogerlas, conservarlas e incluso restaurarlas, y ello en el ejercicio de las facultades de administración que el Derecho Canónico le atribuye”.

Incide en que “resulta especialmente relevante el hecho de que hasta el año 1995 las parroquias formaban parte del Obispado de Lérida” por lo que entiende que estas actuaciones “parecen aconsejables en el caso de unas obras pertenecientes a parroquias que dependían de la diócesis demandada y cuando las parroquias carecían de medios económicos para su conservación y restauración”.

Respecto a gastos reclamados por el Consorcio del Museo de Lérida al Obispado de Barbastro-Monzón en concepto de mantenimiento, conservación y restauración de las 111 piezas, el juez desestima lo solicitado por el Museo porque éste no fijó con claridad la cantidad concreta que reclamaba, y tampoco considera válidas las bases incluidas en el escrito de aclaración que presentó en la audiencia previa a la vista oral porque son unas bases que “no sirven para cuantificar los gastos de conservación que reclama”. Basa su decisión primero, en que la finalidad del Museo no solo es la recogida y conservación de las obras, sino también el estudio y la exposición de las colecciones y fondos que lo componen, cuyos gastos no pueden repercutirse al propietario por lo que no cabe incluir gastos de publicidad, propaganda y relaciones públicas o el transporte.

La sentencia, a los pocos días, ha sido recurrida por el Museo de Lérida, argumentando muchos pormenores que han sido rechazados por diversos tribunales eclesiásticos anteriormente, pero que servirán posiblemente para dilatar el que la sentencia sea firme. Desde nuestra Plataforma reivindicamos que se ejecute de inmediato la sentencia sin perjuicio de futuras resoluciones judiciales, dado que todos son bienes muebles.

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