Tribunal Eclesiástico

Carta abierta al obispo de Lérida

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2018_07_07-Juan-Yzuel

El Coordinador de nuestra Plataforma, Juan Yzuel, ha dirigido una «Carta abierta» al obispo de Lérida que reproducimos aquí íntegramente.

«Monseñor Salvador Giménez Valls
Obispo de Lérida

Querido Don Salvador:

El pasado 7 de julio, varios miembros de la Plataforma Sijena Sí nos sentamos con usted para presentarle el “Manifiesto de Roda de Isábena”, que había sido proclamado unas semanas antes al término de una caravana ciudadana. Un año antes ya le habíamos llevado en mano a usted una carta con nuestras reivindicaciones y en apoyo del Obispado de Barbastro-Monzón en los litigios por los bienes de las parroquias del Aragón oriental.

Quiero darle las gracias de corazón por haber aceptado tener esta reunión y habernos permitido manifestar nuestras peticiones en ese encuentro en el que participaron, entre otros, los alcaldes de Villanueva de Sijena, Roda de Isábena, Berbegal y Peralta de Alcofea, pueblos todos afectados por el Museo Diocesano y Comarcal de Lérida, además de varios voluntarios de nuestra Plataforma.

A través de esta carta abierta deseo volver a recordarle los pormenores de ese diálogo y enfatizar los puntos que considero más importantes. No lo hago esta vez solo como Coordinador de la Plataforma “Sijena Sí”, sino, ante todo, como hermano en Cristo y hablando con la libertad de los hijos de Dios.

Permítame recordar, dado que esta es una carta abierta, el meollo de la cuestión. En 1995, cuando Roma reorganizó el territorio de la diócesis de Lérida para hacerlo coincidir con los límites territoriales entre comunidades autónomas siguiendo las directrices del Concilio Vaticano II, la Diócesis de Barbastro-Monzón comenzó a reclamar que volviesen a Aragón las piezas que pertenecían a las parroquias aragonesas y que estaban en el Museo Diocesano de Lérida en calidad de depósito.

Durante diez años, la Diócesis de Lérida buscó la solución de este conflicto a través de los tribunales eclesiásticos que, uno tras otro, y así hasta en 26 ocasiones, fueron dando siempre la razón a la diócesis aragonesa. Las resoluciones y sentencias vaticanas de este rocambolesco asunto fueron zanjadas con una “Decreto Definitivo” de la Signatura Apostólica de 28 de abril de 2007.

A pesar de ello, y agotadas todas las instancias judiciales vaticanas, el obispo de Lérida, Monseñor Ramón Malla, siguió negándose a entregar los bienes. Para evitar esa devolución, pidió ayuda a las autoridades civiles catalanas y fue tejiendo un enmarañado Consorcio –el del “Museo Diocesano y Comarcal”– con la participación del Ayuntamiento de Lérida, el Consejo Comarcal del Segriá, la Diputación de Lérida y la Generalitat de Cataluña. Esta última, con el propósito de impedir el retorno de los bienes del Aragón Oriental, llegó incluso a catalogar como catalanas estas obras aragonesas. Amparados luego por ese engendro político-eclesiástico, los siguientes obispos de Lérida han seguido desobedecido de forma alarmante al espíritu y la letra de las sentencias vaticanas. De una forma que sorprende a propios y extraños, no han tenido inconveniente en firmar ante la Nunciatura cuantos acuerdos fueran necesarios reconociendo la propiedad de 111 piezas artísticas a favor de las parroquias aragonesas, sabedores de que nadie se los haría cumplir. El caso de nuestros bienes es el vivo retrato del desgobierno vaticano que hasta ahora ha imperado en la Iglesia y que el Papa Francisco quiere finiquitar para siempre.

Forzado por esta larga, triste y desleal actitud, el actual obispo de Barbastro-Monzón, Monseñor Ángel Pérez, tuvo que iniciar el pasado 13 de febrero una reclamación por la vía civil para forzar el cumplimiento de las sentencias eclesiásticas y que acabe de una vez por todas esta situación que escandaliza a miles de católicos al ver que la propia Iglesia no es capaz de resolver sus problemas internos.

Este pleito por la vía civil es absolutamente inédito en la historia de la Iglesia española, y posiblemente en el resto del mundo. San Pablo ya advierte que los asuntos de los cristianos sean juzgados por los propios cristianos y no por las autoridades civiles: “Y cuando tenéis pleitos de este género ¡tomáis como jueces a los que la Iglesia desestima! Para vuestra vergüenza lo digo. ¿No hay entre vosotros algún sabio que pueda juzgar entre los hermanos? Al contrario, un hermano pleitea con otro en los tribunales de los no creyentes” (1 Cor 6,4-7). El mismo Señor nos previene contra dar más importancia a la práctica religiosa que a la justicia, que puede acabar en los tribunales: “Si mientras llevas tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene queja de ti, deja la ofrenda delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y después vuelve a llevar tu ofrenda. Con quien tienes pleito busca rápidamente un acuerdo, mientras vas de camino con él. Si no, te entregará al juez, el juez al alguacil y te meterán en la cárcel. Te aseguro que no saldrás hasta haber pagado el último céntimo” (Mt 5,23-26).

Cuando la propia Iglesia es incapaz de hacer cumplir sus propias sentencias, es cuando se impone acudir a la tutela efectiva de los jueces y tribunales, pues, si no, se ampararía el abuso de derecho y el fraude a los propios tribunales eclesiásticos. Ciertamente, el Obispo de Barbastro-Monzón nunca pretendió acudir a la jurisdicción estatal española, pero, ante la constante desobediencia a la propia Iglesia de los distintos obispos de Lérida, no ha tenido más remedio que hacerlo. Y no solo por hacer justicia a sus parroquias, sino para devolver a la Iglesia su buen nombre y su prestigio.

La Secretaría de Estado del Vaticano ya solicitó formalmente al Obispado de Lérida en 2009 que retirase estos bienes aragoneses del museo diocesano. En nuestra reunión, nos dijo usted que era su deseo acabar con todo esto, pero reiteró que tenía las manos atadas, que no podía entrar en el Museo con una camioneta y llevarse sus piezas porque están ahora dentro de un Consorcio y cometería un delito. Pero hay varias fórmulas para hacerlo.

La primera es la que le sugerimos el año pasado: dé un paso al frente y corrija los errores de sus antecesores en el cargo. Obedezca al Papa y a sus tribunales, que es lo que un obispo fiel debe hacer. Dice usted que se lo impiden, pero eso tiene una fácil solución: sálgase del Consorcio del Museo Diocesano y Comarcal de Lérida. Nada le obliga a permanecer en él. Retire las piezas de Barbastro-Monzón y devuélvalas.

La segunda, si no es capaz de hacer la anterior, es ser leal a sus compromisos y no poner más palos en las ruedas de la Justicia. Y es aquí donde llegó al máximo nuestra indignación con su actitud, como le manifestamos. Si es verdad que usted no ha cambiado en absoluto su deseo de obedecer sin reservas la resolución del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y facilitar el cumplimiento de la sentencia, ¿cómo se entiende su último giro ante el pleito civil? Sorprendentemente, el pasado 10 de mayo se desdijo públicamente al afirmar que 88 de las piezas sí le pertenecían, basándose en argumentos ya desestimados por las más altas instancias judiciales eclesiásticas.

Ante nuestra pregunta por este giro, usted alegó, para justificarse, que se debe también a sus fieles diocesanos y a la defensa de los intereses legítimos de la Iglesia local. Pero ese, sabe usted que no es un argumento válido y encubre una desobediencia al Papa y a sus tribunales de justicia, que ya examinaron uno por uno los supuestos documentos de propiedad. ¿De veras puede usted anteponer su voluntad a lo ya dictaminado finalmente por la Iglesia?

Es verdad que algunos de sus diocesanos se amparan en una ley civil catalana, dictada expresamente para blindar los bienes eclesiásticos, para justificar el secuestro de estas piezas. Recapacite. Permítame recordarle, ante la supuesta defensa de los intereses de sus diocesanos, un artículo del abogado Jorge Español que desmonta el argumento catalán: “El Tribunal Supremo inglés, en el caso de los herederos del doctor Feldmann contra el Museo Británico, cuya preciosa colección de arte no puede ser disgregada sin permiso del Parlamento británico, ya dijo en Sentencia de 27/5/2005 que, si una pieza de la colección fuese objeto de una Sentencia que dijese que el título de compra del Museo Británico fuese ilegal, entonces, dicha pieza debía devolverse a su dueño, con el efecto de que, la misma, es como si nunca hubiese formado parte de la colección indivisible del Museo Británico. En igual sentido sentenció nuestro Tribunal Supremo español en Sentencia de 26/5/2015 al constatar que la colección del Museo de Lérida carece de efectos jurídicos para retener piezas que no son propiedad de dicho Museo” (Diario del Altoaragón, 26/6/2016).

Con dolor vimos que no fue usted capaz de explicar por qué ahora el Obispado de Lérida ya no reconoce que debe devolver 111 piezas, porque 88 de estas, según usted, son ahora suyas. ¿Qué ocurre Sr. Obispo, que, mientras la Iglesia le permitía desobedecer, no había problema alguno en reconocer la propiedad de esas 111 piezas, y ahora que el pleito ha pasado a la vía civil, que ordenará que esas piezas se devuelvan forzosamente, hay que desdecirse rápidamente y negar que 88 piezas no deben ser devueltas porque ahora las reclama para sí el Obispado de Lérida? No nos cabe sospechar otra razón, a pesar de su mezquindad.

Para quitarle importancia al asunto, nos dijo usted que este tema de los bienes era un pequeño problema comparado con otros que hay en el mundo, mucho más importantes y urgentes. ¿Desobedecer al Papa y a sus tribunales de justicia, dice usted que es un asunto menor? La cultura de la desobediencia en la Iglesia, que tanto está aflorando en estas últimas semanas, parece estar próxima a su fin gracias al Papa Francisco y, con ella, la presencia en las diócesis de obispos corruptos. Por favor, no sea uno de ellos. A tiempo está de evitarlo.

Aún así, no le falta razón. ¿Cómo comparar las reivindicaciones que hoy intentamos defender ante el hambre, la guerra, el genocidio, los derechos aplastados de los pobres del mundo, la situación de la mujer, los abusos de niños, la falta de libertad en tantos países…? Pero, al afirmar esto, mírenos a los ojos. Los que nos sentamos con usted el 7 de julio pasado y cientos de personas que apoyan nuestra plataforma somos gente que llevamos en la piel las heridas de haber luchado por muchas causas “importantes”. ¿Por qué cree entonces que nos hemos metido en este berenjenal tan prosaico y provinciano? Se lo voy a decir: porque la injusticia y la indignidad a la que son sometidos los pequeños de este mundo también está presente en este conflicto.

Como dijimos en nuestro último manifiesto, Sijena, Roda y el resto de monasterios, ermitas, iglesias, castillos o yacimientos expoliados son el símbolo de la desigualdad entre los débiles del medio rural y las grandes urbes que acumulan nuestras riquezas con la excusa de su conservación. Aquí nos queda el vacío, la soledad y la falta de recursos económicos para el desarrollo sostenible de un futuro para nuestros hijos. Recuperar Sijena, recuperar Roda, recuperar los bienes de las parroquias aragonesas, no es un mero acto simbólico, es un canto a la Vida y la Esperanza de cientos de pueblos al borde de la desaparición, sean estos aragoneses, castellanos, extremeños, andaluces o gallegos. No podemos olvidar el expolio que los museos de Barcelona han llevado a cabo durante más de un siglo con sus propios pueblos catalanes para llenar los templos de arte de la burguesía acomodada (véase el caso de las pinturas románica del Valle de Boí). También con ellos nos solidarizamos.

Nos pidió usted que no usáramos a la ligera el término “expolio”, dado que el Obispo Meseguer, que fue quien comenzó en el siglo XIX a proteger este patrimonio, lo hizo por obediencia al Papa León XIII que vio el peligro de que muchos pequeños párrocos que no apreciaban el valor del arte histórico lo malvendieran para remediar las necesidades urgentes de sus parroquias. No lo hemos usado aquí porque seguro que el obispo Meseguer obró de buena fe. Empero, los bienes de Aragón están solo en “depósito” en Lérida y la Santa Sede no le ha reconocido a su diócesis ningún título válido de propiedad. Le pido, de corazón, que no sea usted quien siga colaborando, como alguno de sus antecesores, a que esto se convierta en un verdadero expolio por acción o por omisión.

El próximo 10 de septiembre, en la audiencia previa al juicio, se pedirá que usted testifique como parte demandada, junto con otros obispos que le han precedido en el cargo, para clarificar esta propiedad. Ante este lamentable espectáculo mediático, escándalo para muchos católicos, ante tanta desobediencia hasta ahora consentida, ocasión de crítica para muchos que no lo son, decida de qué lado está. Ayude a la Iglesia a acabar con este enconado pleito. Ayude, siendo “cooperador de la Verdad” –como lo fue San José de Calasanz, el gran santo aragonés–, a que la cultura evangélica que está promoviendo el Papa Francisco en el seno de la Iglesia se haga realidad. Dedíquese luego a sus labores pastorales –lo que usted nos manifestó, justamente, que es su mayor preocupación– y a seguir construyendo una Iglesia del Señor llamada a ser pobre, profética, servidora, solidaria y libre.

Orando de corazón para que el Señor le ilumine, reciba un abrazo fraterno,

Juan Yzuel Sanz»

Reunión con el Obispo de Lérida

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Esta mañana, un grupo de veintidós personas de la Plataforma Sijena Sí ha hecho entrega del “Manifiesto de Roda de Isábena” al Obispado y al Museo de Lérida.

 La reunión en la casa del obispo ha tenido lugar a las 11 de la mañana. Junto al Obispo, Salvador Giménez Valls, ha estado presente su Canciller y Secretario General, Víctor Manuel Espinosa. Por parte de la Plataforma han participado los alcaldes de Roda de Isábena (Joaquín Montanuy), Villanueva de Sijena (Alfonso Salillas), Berbegal (José Carlos Boned) y Peralta de Alcofea (Obdulia Gracia), además de tres miembros del grupo de Barbastro (Carlos Jurado, José Luis Pascual y Juan Carlos Rafel) y de Los Monegros (Salvador Ariste y Juan Yzuel, coordinador de la Plataforma).

El encuentro ha transcurrido de una forma cordial y sincera. La Plataforma ha comenzado agradeciendo esta posibilidad de explicar al obispo sus reivindicaciones y presentarle el “Manifiesto de Roda de Isábena”, cuyos puntos principales han leído, mostrando el apoyo de la Plataforma a que vuelvan los bienes de las parroquias aragonesas y la indignación de muchas personas ante lo que ha parecido como un cambio desleal por parte del obispo de Lérida en el mes de mayo al anunciar que 88 piezas de las 111 le pertenecían, contradiciendo así su afirmación previa en sede judicial (31 de octubre pasado) en la que reconoció que no tenía la propiedad de estas piezas, tal como determinaron las sentencias de los tribunales eclesiásticos. Luego le han vuelto a recordar que, como pidió el Nuncio, podría salirse del consorcio del Museo y devolver lo que no pertenece a su diócesis.

El obispo ha respondido afirmando que su principal cometido en la diócesis es la evangelización y el cuidado pastoral de las gentes de Lérida, lo que no quita que deba prestar atención a temas como el de los bienes, que también tiene su importancia y que asumió resolver al hacerse cargo de la Diócesis hace tres años. Esta fidelidad a la diócesis implica recordar que compartimos una historia y un patrimonio comunes. Él no puede actualmente devolver los bienes sin más, dado que están en el consorcio del Museo. Ha afirmado esto poniendo un ejemplo: “Si yo tuviera una furgoneta y cargara ahora mismo las piezas, iría a la cárcel, dado que están en el Museo de Lérida”. Esto no quita que desee que se acabe de una vez por todas este pleito y confía en que ayude a ello la vía civil que ha emprendido el Obispado de Barbastro-Monzón.

A esto le ha respondido la Plataforma instándole a que haga todo lo posible por no poner palos en las ruedas y se mantenga en la afirmación inicial de que estos bienes no son de Lérida, sino de las parroquias de Barbastro-Monzón, tal como indican 26 sentencias de tribunales eclesiásticos. Le han recordado que las alegaciones que presentó en mayo el Museo y la Diócesis de Lérida se basan en documentos que ya fueron desestimados por la Iglesia. Volver de nuevo a la casilla cero sería un entorpecimiento claro a la ejecución de las sentencias vaticanas. Por otra parte, la Plataforma no contempla ningún arreglo extrajudicial que no sea la vuelta incondicional de los bienes a Aragón.

La alcaldesa de Peralta de Alcofea ha aprovechado este momento histórico para dar gracias al obispo por haberles recibido dado que en los 22 años de historia del contencioso de Berbegal, El Tormillo y Peralta de Alcofea (que pertenecen a la Diócesis de Huesca), nunca habían sido recibidos por ningún obispo ilerdense. Le ha hecho entrega de una carpeta con copias de todo lo realizado por los anteriores obispos de Huesca (Javier Osés y Jesús Sanz) por conseguir el retorno a sus pueblos de estas piezas de arte y le ha manifestado la intención de la Plataforma de reabrir este expediente con el actual obispo de Huesca, Julián Ruiz.

La Plataforma ha recordado al obispo que no hay ninguna motivación política en estas reivindicaciones. Esto no es una guerra entre Aragón y Cataluña ni tiene nada que ver con el conflicto actual entre independentistas y constitucionalistas. Es un tema de justicia y dignidad. Al igual que la Iglesia cuida y protege el derecho de los pequeños grupos étnicos en América o África a su lengua y su cultura, a la Vida en definitiva, debe también oír el clamor de los pueblos de Aragón y otros lugares (entre ellos pueblos de Cataluña) que han sido desposeídos de su patrimonio para que este fuera a engordar los fondos de los museos y exposiciones de las grandes ciudades, dejando al medio rural sin pasado y sin futuro. El arte sacro también ayuda a luchar a vertebrar el territorio y combate la despoblación al crear riqueza y trabajo. Pero, ante todo, permite a la gente compartir una historia y sentirse cerca de sus antepasados que rezaron ante esas imágenes o que las pagaron con sangre, sudor y lágrimas.

El obispo ha agradecido esta visita y ha pedido a la Plataforma que no se use a la ligera el término “expolio”, dado que el Obispo Meseguer, que fue quien comenzó en el siglo XIX a proteger este patrimonio, lo hizo por obediencia al Papa León XIII que comenzó a ver el peligro de que muchos pequeños párrocos que no apreciaban el valor del arte histórico lo malvendieran para remediar las necesidades urgentes de sus parroquias. La Plataforma ha respondido que ese término lo reserva para las pinturas murales de Sijena, que considera un verdadero expolio, y no para otras piezas que considera patrimonio emigrado o ilegalmente vendido.

Tras el encuentro, los miembros de la Plataforma han leído entre todos y todas el “Manifiesto de Roda de Isábena” a las puertas del Museo de Lérida. Tras cantar el Himno “Sijena Sí”, han hecho entrega de una copia del Manifiesto al Director de Museo que, habiéndose excusado por estar en una reunión en Barcelona, ha delegado en una de las trabajadoras del Museo para recibirlo.

Medios de comunicación:

ARCHIVO:

¡Todos con el Aragón Oriental!

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La Coordinadora de la Plataforma Sijena Sí, en su reunión de anoche para tratar diversos asuntos, ha decidido organizar acciones para responder a lo que considera una vergonzosa actitud del obispo de Lérida quien, tras haber reconocido en sede judicial el pasado 31 de octubre que no era propietario de los bienes de las parroquias aragonesas, se desdice y afirma ahora que 88 piezas sí son suyas.

La Plataforma, que ha hecho varias acciones para apoyar las reivindicaciones del Obispado de Barbastro-Monzón, inició hace tres meses una campaña de firmas por el regreso de los bienes del Aragón Oriental. Ante el nuevo giro del Obispo de Lérida, organizará en breve PRESENTACIONES en Monzón y Fraga para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de reivindicar juntos estos bienes, y hará una CARAVANA CIUDADANA POR LOS BIENES DEL ARAGÓN ORIENTAL que se celebrará, en principio el domingo, 17 de junio y llevará a simpatizantes de distintos puntos de Aragón hasta Barbastro, Graus, Roda de Isábena y otras localidades cuyas obras de arte sacro se encuentran en Lérida.

Finalmente, la Plataforma llama a todos los ciudadanas a apoyar con su firma la devolución de los bienes del Aragón Oriental al igual que las pinturas murales de Sijena.

Carta al obispo de Lérida: obedezca al Vaticano, apoye a Sijena y devuelva las 113 piezas de las parroquias de Aragón.

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Lérida, 15 de julio de 2017

Estimado Sr. Obispo de Lérida:

Somos un grupo de ciudadanos y ciudadanas pertenecientes a la Plataforma Sijena Sí, que se creó en la Comarca de Los Monegros para conseguir el retorno de los bienes expoliados al Monasterio de Sijena, panteón real aragonés declarado monumento nacional desde 1923, y para fomentar un plan integral  que combine su patrimonio histórico y artístico con la vida espiritual que alberga. Somos una plataforma civil que está obteniendo un amplio apoyo de la mayoría de los partidos políticos, tanto aragoneses como nacionales, y de la sociedad aragonesa. Si desea conocer más sobre nuestras reivindicaciones y las personas, grupos e instituciones que componemos esta plataforma, puede visitar nuestra página web (www.sijenasi.com).

En el día de hoy, unos pocos, en representación de quienes nos respaldan, hemos venido a clamar justicia al Museo Diocesano y Comarcal de Lérida y a la catedral de Lérida al grito de “¡Sijena sí!”, para mostrar nuestro apoyo a las recientes medidas judiciales del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Huesca que obligan a la Generalitat de Cataluña y al Museo de Lérida a cumplir las sentencias y devolver antes del 31 de julio de 2017 las 44 piezas expoliadas del Monasterio de Sijena que todavía no han regresado a Aragón.

Queremos también hacernos eco hoy del litigio que enfrenta al obispado de Lérida con el de Barbastro-Monzón por los 113 bienes de las parroquias aragonesas que retiene el citado museo. Los tribunales de la Santa Sede han decretado en repetidas ocasiones que esos bienes sean devueltos a sus legítimas propietarias, las comunidades cristianas afectadas. ¿Cómo es posible que, precisamente el Obispado de Lérida, siga permaneciendo plácidamente en un museo civil donde se están secuestrando nuestros bienes en lugar de devolverlos a la misma Iglesia (las parroquias propietarias)? Con todo respeto, nos permitimos recordarle que el Obispado de Lérida puede retirarse cuando quiera de dicho Consorcio civil. ¿Por qué no lo hace? ¿Cómo es posible que no se sienta usted incómodo con todo esto y no lo haya manifestado ni se sepa que haya hecho nada para ponerle fin?

Al asumir el obispado de Lérida, recibió usted una herencia envenenada, no lo negaremos, pero ahora es usted el máximo responsable de la diócesis. Algunos obispos que le precedieron en el cargo han sido autores directos de este expolio o cómplices con su pasividad. Usted tiene la gravísima responsabilidad de decidir de qué lado está en esta historia, si con los expoliadores o con sus víctimas.

Tras dos años en el cargo, no ha hecho usted efectiva esa entrega de los 113 bienes a las parroquias aragonesas, por lo que nos permitimos constatar que esto provoca un enfrentamiento grave entre nuestras comunidades civiles hermanas de Aragón y Cataluña, donde algunos partidos de esta última aprovechan la situación para sus actuales intereses políticos. Sabemos que, en el fondo, la población de Lérida quiere que se devuelvan porque son gente honrada y honesta. ¿Es usted consciente de que es la Iglesia la que divide a aragoneses y catalanes con este asunto? ¿Acaso cree que los catalanes de bien no quieren que se devuelvan estas piezas a sus legítimos propietarios? No entendemos que siga usted sin obedecer las órdenes de la Santa Sede y que guarde silencio públicamente.

¿Conoce usted lo que la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, en varias Sentencias de misma fecha 26/5/2015 de su sección cuarta, ha dicho sobre la catalogación catalana como colección del fondo de arte diocesano del Obispado de Lérida en el Museo de Lérida? Afirma rotundamente que carece de efectos jurídicos para retener esas piezas en Cataluña, pues esa catalogación es meramente provisional y cede frente a la definitiva, que es la catalogación aragonesa, y por lo tanto es obvio que no puede servir para impedir que el propietario aragonés se lleve libremente sus bienes del museo. Debe ser usted consciente de que en el Derecho español, la responsabilidad es tanto por acción, como por omisión de una diligente conducta encaminada a devolver lo que no es de uno. Y qué decir respecto de lo dispuesto en el Código de Derecho Canónico, que es todavía más exigente en actuar de buena fe y devolver lo que es ajeno rápidamente y sin esperar a que se reclame.

Le pedimos noblemente, pero también le exigimos muy enérgicamente, que entregue esas piezas a sus propietarios. Evítenos tener que escalar el conflicto llenando Lérida con una manifestación para que nuestro clamor llegue hasta el último rincón de esta ciudad hermana, donde estamos convencidos de que la mayoría de su población nos apoyaría. Evítenos tener que organizar acciones ciudadanas simbólicas que den a conocer este escándalo buscando incluso la solidaridad internacional. Evítenos tener que fomentar que se acuda a tribunales civiles con el caso de los bienes de Barbastro-Monzón desoyendo así el consejo de la tradición cristiana (1ª Cor 6,4-7).

Dé un paso al frente. Lo tiene usted fácil: obedezca a sus superiores, retire todas las piezas de Sijena y de Barbastro-Monzón del Museo Diocesano de Lérida y devuélvalas. No son suyas, pertenecen a otros. La Secretaría de Estado del Vaticano ya solicitó formalmente al Obispado de Lérida en 2009 que retirase estos bienes aragoneses del museo diocesano. La petición fue dirigida a través de la Nunciatura Apostólica en España. Hágalo, aparte de esta vinculado a ello legalmente, también en nombre de la Justicia, la Fraternidad y la Paz, esos valores evangélicos y universales que en repetidas ocasiones prometió usted vivir y anunciar.

¡Sijena sí, por justicia y dignidad!

Un abrazo fraterno,

(Sigue la firma de todos los presentes en el acto de entrega de la carta: Ildefonso Salillas, Alcalde de Villanueva de Sijena; Francisco Villellas, Alcalde de Sariñena; Antonio Romero, Senador y Alcalde de Osso de Cinca; Jesús Sansó, Diputado de las Cortes de Aragón; Judith Budios, Presidenta de la Comarca de Los Monegros; Chusé Rozas, Consejero de la Comarca de Los Monegros; Salvador Ariste, Enrique Gros, José María Cabellud, Salvador Trallero, Jesús Cáncer, Pilar Laín, Joaquín Vallés, Pedro Martínez Calvo, Belén Ibarz, Beltrán Abad Torres, José Luis Ferrando, Enrique Veintemilla, Jorge Larroya, Patricia Puértolas, Marga Bretos; Fernando Herce y Juan Yzuel Sanz, coordinador de la Plataforma Sijena Sí ).

Copias de la carta fueron enviadas seguidamente a:

  • S.S. El Papa Francisco;
  • Mons. Renzo Fratini, Nuncio de la Santa Sede en España;
  • Mons. Juan José Omella, Cardenal Arzobispo de Barcelona;
  • Mons. Ángel Pérez Pueyo, Obispo de Barbastro-Monzón.